Levántate, sonríe y continúa con el espectáculo

La regla de oro para salvar a un presentador en vivo de errores, reservas y problemas técnicos.

Hay una vieja anécdota circense, frase de la que se inspira el título de este texto. Se cuenta así:

 

Un joven equilibrista decidió aprender a actuar sin red ni arnés de seguridad para ganar tanto como un colega más experimentado y mejor pagado y le preguntó sobre los secretos para dominar esta técnica.

 

“Nada complicado”, le explicó su compañero, “solo tienes que caminar por la cuerda floja y hacer todos los trucos de la misma manera que los haces ahora, cuando llevas un arnés de seguridad”.

 

"¡Pero podría caerme!" -exclamó el joven artista circense, alzando los ojos hacia la cuerda tendida a una altura vertiginosa.

 

"Está bien", el veterano agitó la mano con desdén, en ese caso, solo levántate, desempolvate, sonríe y continúa el espectáculo.

 

Este consejo, que suena como humor negro en el contexto de acrobacias arriesgadas, es un verdadero salvavidas para los oradores cuando se aplica a presentaciones en línea y seminarios web.

 

La caída, por supuesto, no es necesaria. Sin embargo, continuar con el espectáculo sin insistir en el error es imprescindible. Esta regla es conocida desde hace mucho tiempo por conferencistas, políticos, vendedores ambulantes, presentadores de radio y televisión; en resumen, por todos aquellos que tienen que comunicarse con la audiencia, por así decirlo, en vivo en el aire.

 

Parece más simple que simple. ¿Por qué, entonces, no es raro que un orador, habiendo hablado mal o ante un problema técnico, se ponga nervioso, cometa más errores y, como resultado, se ponga aún más nervioso y, como resultado, convierta una presentación en línea al español? ¿lástima?

 

Esto sucede porque el presentador exagera las exigencias sobre sí mismo y parte de premisas equivocadas. Recuerde, nadie ha podido hacer todas sus presentaciones sin un solo error, y esto no es algo por lo que luchar. Las vacilaciones y los fallos técnicos no condenan al fracaso una presentación, y una presentación que se realiza sin problemas puede convertirse en un verdadero fiasco. No hay paradoja en esto.

 

A la vanguardia de un presentador exitoso está la comprensión de que trabajan con una audiencia en vivo y deben seguir siendo una persona viva, en lugar de convertirse en un autómata para reproducir palabras y avanzar diapositivas. Es poco probable que la lectura de un texto memorizado en el estilo de 'excelente = repleto' resulte en una respuesta positiva de la audiencia.

 

Por lo tanto, cuando se prepare para una presentación, concéntrese de antemano no en pronunciar correctamente todas las palabras y términos, sino en el hecho de que usted es una persona viva, que, como sabe, tiende a cometer errores, y trabaja para personas vivas que, en consecuencia, sabemos perfectamente que los humanos cometemos errores.

 

¿Qué hacer en caso de situaciones 'anormales' durante una presentación en línea o seminario web? Hay varios cursos de acción posibles.

 

  • Si estamos hablando de un pequeño desliz de lengua o un error, puede continuar trabajando con seguridad como si nada hubiera pasado.

 

  • Si el error distorsiona el significado, corríjalo con calma, si es necesario, aclarando nuevamente la pronunciación correcta del término para la audiencia o concentrándose en explicar la idea que desea transmitir. Algunos oradores experimentados recomiendan entrenar específicamente para estas situaciones pronunciando mal deliberadamente elementos de su presentación o diciendo palabras y frases estúpidas y que suenan divertidas para acostumbrarse a tales situaciones.

 

  • Si hay una falla técnica que lleva tiempo arreglar, tómese un descanso con calma si se puede arreglar rápidamente, o continúe sin la parte 'rota' de la presentación. Sería una buena idea decidir por sí mismo antes del inicio de la presentación de cuál de sus elementos, como último recurso, puede prescindir.

 

Y una cosa más: no hay necesidad de desmoronarse en disculpas complejas y confusas. Un breve “perdón” y una sonrisa serán suficientes. Una broma también funciona.

Resumamos:

Incluso el orador más experimentado no puede evitar errores al realizar presentaciones en línea y seminarios web en vivo. Debe tratarlos con calma, como una parte inevitable de su trabajo. Debe pensar no en cómo evitarlos a toda costa, sino en cómo aprender a no centrar su atención y la de su audiencia en ellos. Mida el éxito de la presentación no por la ausencia/presencia/número de errores y fracasos, sino por la reacción de la audiencia y/o el resultado comercial: estos son los mejores indicadores de éxito.

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Ha leído la traducción automática de este artículo. El texto original está disponible en inglés, ucraniano y ruso.

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